Captain Caveman fue otro de los grandes aciertos de Hanna-Barbera. Era una extraña combinación de tres bellas chicas (fusil de Los Ángeles de Charlie) y un cavernícola aún más primitivo que el mismísimo Pedro Picapiedra. Su mazo lleno de trucos y gadgets era genial, y aunque la serie era repetitiva y un clon obvio de Scooby-Doo, sus ocurrencias y el doblaje al español de Maynardo Zavala (QEPD) ocasionaron una calurosa acogida en el público infantil mexicano de los ochenta (acá llegó hasta 1981). Una auténtica pena que solo haya durado 17 episodios. ¿Alguien recuerda la mini-serie en live action que “la acompañaba”, la nefasta La Isla Misteriosa?